Ética de Ananda Marga
A fin de proveer de una guía práctica para la conducta humana, en Ananda Marga se respetan diez principios éticos denominados Yama y Niyama. Estos principios están extraídos de la antigua tradición del yoga y fueron perfeccionados y adaptados por Shrii Shrii Anandamurti para que puedan ser practicados por todas las personas, más allá de la época y el lugar en que vivamos.
Yama, que literalmente significa “control”, consta de cinco partes relacionadas con la sociedad y el mundo objetivo. Yama acentúa las obligaciones para con los demás y expresa la idea de que cada ser viviente es parte de la misma consiencia infinita; que todas las entidades son parte de la misma familia. Dañar a otro es dañarse a si mismo.
Niyama que significa “autorregulación”, también consta de cinco partes y se refiere al mantenimiento del equilibrio mental y la armonía personal.
Para el aspirante espiritual Yama y Niyama son esenciales para la práctica de la meditación.
YAMA
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Ahimsa: NO DAÑAR INTENCIONALMENTE, ni con la acción ni con la palabra ni con el pensamiento. Este principio no se contradice con la autodefensa ni con el uso eventual de la fuerza para proteger a otros. Lo importante es tener presente que todas nuestras acciones deben tender al bienestar colectivo y nunca deben ser motivadas por sentimientos egoístas o por el deseo de dañar.
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Satya: RESPETAR LA VERDAD, tomando en cuenta el modo y el momento para expresarla y utilizando las palabras de manera benevolente y considerada. La clave es tomar en cuenta el bienestar ajeno y no el propio.
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Asteya: NO TOMAR LO QUE NO NOS PERTENECE, ni pensar en hacerlo. También se debe evitar ser un impedimento para que cada uno tenga lo que legítimamente le corresponde.
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Aparigraha: NO ACUMULAR BIENES MATERIALES EXCESIVOS o innecesarios para llevar una vida digna. Además de resultar una carga para nuestra mente, lo que tenemos de más muchas veces otros lo tienen de menos. Esto se debe a que los bienes materiales son limitados.
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Brahmacharya: MANTENERNOS CONECTADOS CON LA ENTIDAD UNIVERSAL (Brahma). Esto se logra recordando que nosotros mismos, y todo lo que nos rodea, somos diferentes expresiones de la única Consiencia Universal. No solamente hay que recordarlo, sino que también debemos relacionarnos con todo y con todos de manera respetuosa y espiritual.
NIYAMA
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Shaoca: MANTENER LA PUREZA Y LA LIMPIEZA de la mente, del cuerpo y del ambiente. Lo más importante es la higiene mental, que se mantiene cultivando pensamientos nobles y altruistas, haciendo servicio social y ayudando a todos con lo mejor de nuestras capacidades. El sentimiento que más contamina nuestra mente y nuestro corazón es el egoísmo.
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Santos’a: MANTENER LA SERENIDAD MENTAL Y EL CONTENTAMIENTO. Para lograr esto hay que recordar en todo momento que somos seres espirituales con una meta de vida trascendente; la realidad material cambia permanentemente, pero nuestra mente debe permanecer fija y estable, observando siempre la meta espiritual, como un faro en medio de una tormenta.
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Tapah: ALIVIAR EL SUFRIMIENTO AJENO mediante el sacrificio personal. Hay muchas formas de ayudar y de hacer servicio, pero este servicio es específicamente el realizado con verdadero esfuerzo y entrega de uno mismo. Esto tiene un fuerte efecto positivo en nuestra mente, por eso se lo considera una práctica interna y personal, más allá del efecto externo constructivo que tenga nuestro servicio.
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Sva’dhya’ya: ESTUDIAR Y COMPRENDER TEMAS ESPIRITUALES. Es el esfuerzo por comprender profundamente los temas relacionados con nuestro desarrollo espiritual, acostumbrando a la mente a reflexionar sobre este aspecto fundamental de nuestra vida. Esto se hace generalmente mediante la lectura y compensa los efectos negativos que produce la atención permanente sobre asuntos materiales, a la que dedicamos gran parte de nuestra vida.
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Ishvara Pranidhana: ACEPTAR A LA ENTIDAD SUPREMA como refugio y meta de la vida. Es establecerse en una ideación Cósmica y tomar al Ser Supremo como único ideal y meta de nuestra vida. El destino final de nuestra existencia es fundirnos con el Absoluto, volver a nuestro verdadero origen. Se refiere también a la primera lección de meditación que se enseña en Ananda Marga, porque precisamente su objetivo es alcanzar ese estado de unión espiritual con lo Infinito.